Relatos y reflexiones

Sifarnodo vive encerrado en su mazmorra. Incapaz de ver la luz del sol, pasa las horas diurnas profundamente dormido. Es, cuando la noche comienza a cerrarse, el momento en que despierta para buscar los instintos más deleznables, las caricias más perversas y escarbar con sus largas y sucias uñas entre los sentimientos de los demás.