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sifarnodo

Amores prohibidos (4)

El cuadro

Cuantas veces anduve observando el cuadro.Tumbado, desde el sofá, el lienzo representaba una soleada isla aderezada con palmeras, su fina cascada al fondo y una cálida playa acariciada por aguas, tan claras y limpias como las gafas de un jubilado. Por el día, con la luz, inventaba glorias, plantaba recuerdos, pintaba nichos de colores en la arena de la playa. En las noches, tan solo recogía las miserias y fracasos, cientos de cajas vacías y las diarreas de las pieles de las bayas.

El sueño

Las noches que vencía el sueño, solía meterme en el cuadro. Aparecía en el mar pintado, agarrado a mi hastiado tonel y nadaba con fuerza siguiendo la reverberación de la luna. Nunca llegaba al final. Cuando más cerca de la playa creía encontrarme, volviendo ya el amanecer, de nuevo con el sol me hundía.     

La sirena

La noche en que me halló la sirena, fuera otra como las demás. Perdido en el lienzo. Agua fría, oscuridad. Negras jarcias, brunos sargazos destrozando sueños, arrancando las tripas, enredando las piernas y los brazos, arrastrando a la profundidad.

 

No soy mucho más que tú -dijo. ¿A quién quieres engañar?

 

A ti, valedora de las causas descuidadas, adalid de los amores imposibles, granadera de corazón impertérrito. Sirena.

1 comentario

Ella -

Es precioso!!!